Hemos ido tres veces al Miraolas de Puerto Varas.
La primera vez fue cuando estaba recién partiendo. No nos gustó la comida. La encontramos insípida. Asumimos que por estar partiendo debíamos darle otra oportunidad antes de opinar.
La segunda vez que fuimos (hace un mes aproximadamente) pedimos "chipirones" y "pimientos del piquillo". El producto era fresco, la presentación bonita pero el sabor era plano. Nos dejó con un vacío.
Hace unos días fuimos por tercera vez y pudimos comprobar que la falta de sabor y de personalidad de los platos es una constante, no es producto de la "marcha blanca" ni de "un mal día" en la cocina. No. La comida es bonita pero neutra, es como la luz de la luna que alumbra pero no calienta.
Pedí merluza con salsa de alcaparras y unas papas salteadas con un supuesto jamón serrano. Lo único que tenía sabor eran las alcaparras, el resto plano, plano.
Pedimos también mero con una salsa de pimientos verdes. Lo mismo: producto fresco, bonita presentación pero carente de sabor.
Me recordó un restaurante - hoy quebrado y desaparecido - en el que lograron elevar a nivel de Arte el proceso que extraer y destruir todo sabor a la comida para ofrecer comida de astronauta: sabor llevado al cero absoluto.
La última vez en el Miraolas hubo tres cosas buenas: el vino, el pan y la atención de la jefa de garzones (otro garzón no fue tan amable)
Lo que más me asombra es que siempre hay muchos comensales. Eso confirma el poco espíritu crítico de mucha gente, lo bajo de su nivel de comparación y lo fácil que es engañar a personas que quieren ver y ser vistas en el lugar de moda.
Yo no vuelvo. Ud. haga lo que quiera....
